En la mira

Tenía razón Ortega y Gasset

 

Una de las cartas fuertes del presidente Felipe Calderón perdió las elecciones para presidente municipal de Mérida, según indica la encuesta de salida de Milenio-GCE. María Beatriz Zavala Peniche, miembro del PAN, era secretaria de Desarrollo Social en el gabinete de Calderón y renunció al cargo para buscar la presidencia que se le escapa. Dejó en su lugar a Ernesto Cordero que ahora, por cierto, acaba de ser destapado como candidato a la Presidencia de México por el sitio de Internet Facebook.

Zavala, licenciada en Antropología Social de 52 años de edad, fue electa senadora por Yucatán del 2006 al 2012 y pidió licencia para ocupar la titularidad de Desarrollo Social por lo que, al perder la elección actual, se queda sin 3 cargos en el actual sexenio.

La casi segura ganadora, Angélica del Rosario Araujo Lara, arquitecta, hizo una carrera meteórica de 3 años, de la mano de la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, quien la designó directora general del Instituto de Vivienda de Yucatán en 2007, luego resultó electa diputada federal en 2009 y ahora triunfa en esta elección.

La presidencia de Mérida estaba en poder del PAN desde hace casi 20 años, por lo que la derrota de Zavala es un tropiezo doble.

Decíamos en un anterior “En la mira” (Juego sucio) que aunque las elecciones de medio término y las siguientes, como son éstas, no han marcado en el pasado el rumbo que tomarán las presidenciales y de manera contraria, el antecedente para el partido que gana la presidencia es que ha perdido las anteriores señaladas; lo cierto es que al pasar este bastión a manos del PRI, como sucedió con la gubernatura de Yucatán antes, que ganó Ivonne Ortega, se va cumpliendo la predicción de que recuperarán la presidencia en 2012.

La crisis económica mundial, la del virus de la influenza, la violencia desatada por el crimen organizado, la segunda peor sequía en 70 años y la mayor caída en la producción de petróleo (los 5 jinetes del Apocalipsis, como él les llamó) le están cobrando a Felipe Calderón una factura que no debe. Los sucesos se habrían desencadenado de la misma manera con cualquier otro presidente.

Pero así es la política. Es la reacción de los que votan. La gran mayoría.

Parece confirmarse una vez más lo que decía Ortega y Gasset: “Las masas siempre se equivocan”.

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